Los Gálatas

Una iglesia fascinada

Autor

Indiscutiblemente, Pablo.

Fecha

Si la carta fue escrita a las iglesias fundadas durante el primer viaje misionero de Pablo y Bernabé (Hch 14), la carta debió ser escrita alrededor de 48-49 DC, cuando Pablo se encontraba en Antioquia. Si esto fuera verdad, esta carta seria el documento mas antiguo que tenemos. 

Otros estudiosos dicen que fue escrita a las iglesias fundadas durante el segundo viaje misionero de Pablo (Hch 16:6, 18:23), y por lo tanto la carta estaría fechada alrededor de los 50s. 

Lo mas probable es que haya sido escrita alrededor de 48-49 DC, antes del concilio de Jerusalen (Hch 15). Mencionar este concilio hubiera sido de gran ayuda en el argumento de Pablo. 

Ocasión

La iglesia de Galacia estaba en crisis. Había nacido a través del poder del Espíritu en la predicación de Pablo, pero en muy poco tiempo después de que Pablo se fue, falsos maestros se habían infiltrado en la iglesia (1:7, 5:12). Estos falsos maestros habían convencido a los gálatas que era necesario circuncidarse para obtener la salvación. Estos maestros buscan ganar adeptos para su propio prestigio: quieren ganar la aprobación de las autoridades judías al mostrar lo efectivos que son para convertir a los gentiles al judaísmo. De esta manera, estos maestros escapaban la persecución judía. 

Tenemos además el testimonio de Jerónimo de que algunos judíos creyentes en Cristo penetraron en Galacia y enseñaron allí que también Pedro, Jacobo y Juan observaban la ley. 

San Jerónimo cree además que el verbo «os dejáis desviar» se aplica muy bien a los Gálatas, ya que en opinión de él, «Galacia» significa en hebreo «desviación»; como si el apóstol tomase el nombre propio de los destinatarios de la carta como ocasión para este exordio, y les dijese: «Sois en verdad Gálatas, dispuestos prontamente a dejaros desviar, cosa que concuerda con vuestro nombre» 

Pablo es más crítico de su audiencia aquí que en sus demás cartas.

Galacia

NORTE: (Región evangelizada durante el segundo viaje misionero) Galacia era una región Celta en la actual Turquía. Durante el primer siglo, tenían una economía agraria basada en granos, uvas y ovejas. Pablo demuestra su conocimiento de la economía gálata al resaltar la lluvia y las temporadas fructíferas como regalos de Dios (Hch 14:15-17)

En la ciudad se encontraba el templo al deificado Augusto. 

Podemos ver el nacimiento de la iglesia en Hechos 13-14 (Antioquia de Pisidia, Iconio, Listra, Derbe)

Tema

La muerte de Cristo ha traído la era del nuevo pacto, en el cual los creyentes no deben volverse judíos, ni deben seguir las ceremonias externas de la ley mosaica. (2:3, 11-12, 14; 4:10) Demandar estas cosas es negar el corazón del evangelio, el cual es justificación solo por fe, no a través de obediencia a la ley. (2:16)

Por gracia, a través de la fe. 

En esta carta no hay acción de gracias inicial, lo cuál nos indica que Pablo estaba agitado y alarmado por la situación en la iglesia. La carta va directo al punto, el cual es que los gálatas estaban en peligro de convertirse a un evangelio diferente, arriesgándose así a la destrucción eterna de sus almas. 

Galatas incluye un contraste tematico: evangelio verdadero vs evangelio falso, fe vs obras, ley vs gracia, libertad vs legalismo, adopción vs esclavitud, fruto del Espíritu vs fruto de la carne.  

Teología

Los hombres son justificados a través de la fe en Cristo Jesús —por nada mas, ni nada menos— y son santificados, no a través de las obras de la ley sino a través de la obediencia que viene de la fe en la obra de Dios por ellos, en ellos y a través de ellos por la gracia y el poder de Cristo y el Espíritu Santo. 

La justificación es un don de la gracia de Dios, no es adquirida ni merecida, se recibe solamente por la fe. De hecho, la fe misma es un don gratuito de Dios (1:3, 6, 15; 2:19, 21; 6:18)

Los individuos revelan que son parte de la verdadera comunidad del pacto al andar conforme al Espíritu y al vivir mostrando amor lleno de fe (5:6, 13-14, 16-26). Tal amor y santidad son evidencias externas de una fe salvífica y demuestran que uno está en Cristo y que le ha sido imputada su justicia por la fe en Él solo. 

Gálatas es una carta para fariseos en recuperación. Los fariseos eran muy religiosos. Creían que lo que Dios haría por ellos dependía de lo que ellos mismos pudieran hacer por Dios. Por lo tanto, leían su Biblia, oraban, diezmaban y guardaban el Sábado como si su salvación dependiera de esto. Aunque ninguno de nosotros diríamos que nuestras obras nos hacen merecer la salvación, algunas veces basamos nuestra justificación en nuestra santidad, y esto es ser un fariseo. 

Sin embargo, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino mediante la fe en Cristo Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley. Puesto que por las obras de la ley nadie será justificado.

Gálatas 2:16

No puedo confiar en mi propia justicia, aun si la tuviera y actuara en ella, no puedo presentarme ante el juicio de Dios basado en ella. Por lo tanto, abrazo solo la justicia de Cristo, la cual no realizamos sino recibimos, no tenemos sino aceptamos, cuando el Padre nos la concede a través de la fe en Cristo Jesus.

—Lutero

La justificación es Dios declarando al pecador justo; la santificación es Dios renovando y transformando todo nuestro ser: nuestras mentes, voluntades, afectos y conductas. 

Solo alguien que es en si mismo santo, puede santificar. Esto lo podemos ver a través de toda la Biblia. En el sistema de ofrendas, la única forma de quitar la inmundicia era a través de ofrendas. Esto apuntaba a Cristo. En el relato de Isaias, podemos ver lo mismo. 

Entonces dije:

«¡Ay de mí! Porque perdido estoy,
Pues soy hombre de labios inmundos
Y en medio de un pueblo de labios inmundos habito,
Porque mis ojos han visto al Rey, el Señor de los ejércitos».

Entonces voló hacia mí uno de los serafines con un carbón encendido en su mano, que había tomado del altar con las tenazas. Con él tocó mi boca, y me dijo: «Esto ha tocado tus labios, y es quitada tu iniquidad y perdonado tu pecado»

Isaías 6:5-7

Lo mismo que vemos en el NT cuando la mujer con flujo de sangre toca el borde del manto de Jesús. Es ella quien es santificada. Cristo no se vuelve inmundo. 

Los llamados de la Biblia de ser santos, no son invitaciones a santificarnos a nosotros mismos, son invitaciones a acercarnos a Él para ser santificados por el único que puede hacerlo.

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